Momentos para recordar.

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Podemos volar.

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sábado, 18 de agosto de 2012

~Capitulo 25-.


~Capitulo 25-.
Caminamos por el sendero, ¿Estaría allí? Aceleré el paso. No podía esperar a verle. ¿Cómo estará? ¿Me habrá echado de menos? Que ganas de abrazarle. Empecé a correr:
-¡Sabrina, espera!-Gritó Sandra-.
-¡Tengo ganas de verle, acelera!
Esquivé ramas y piedras a una gran velocidad. Empecé a oír a la gente reírse, gritar, botellas romperse, ya olía a Marihuana. Llegué, Sandra iba por detrás ahogándose, paró. Miré a mi alrededor, no lo veía ¿No estaba? ¿Qué le habría pasado? Volví a mirar con más entusiasmo. Nada. Joder, ¿Por qué no ha venido? Entonces apareció detrás de un par de arboles riéndose. Le miré. Me miró. Empecé a correr hacía el, el corrió hacia mi. Le salté encima y ambos caímos al suelo:
-¡DANI!
-¡TABBY!
Las lágrimas recorrían mis mejillas. Le abracé lo más fuerte que supe. Reíamos a la vez, cada vez le notaba más cerca. Cuanto lo había echado de menos. Al rato nos levantamos del suelo. Nos limpiamos la ropa y le cogí la mano:
-Ahora venimos cielos – grité-.
Le ayudé a que me siguiera hasta la casa azul, una casita en medio del campo abandonada desde hacía años, a pocos minutos de el mini prado. Caminamos por el camino de piedras hasta llegar a ella. Me senté en una especie de acera y el hizo lo mismo:
-Guapo.
-Tú mi niña. ¿Cómo estás perdida? – sonrió-.
-Estupendamente, ya tenía ganas de verte ¿sabes? Tengo que contarte jijiji.
-Cuenta cuenta.
-Pues mira, como ya sabes hace unas semanas me mudé, y allí conocí a Pablo, un chico, bueno, increíble. Y estamos casi juntos, y me puso los cuernos con una, bueno, no son cuernos, en la discoteca ella le besó pero él se apartó aunque yo me pensara otra cosa. Y he conocido a 7chicas INCREIBLES con mayúscula jajaja. Y eso. Que te he echado de menos Mejor amigo… -coloqué mi cabeza sobre su hombro-.
-Oh, que tonta, ya sabes que yo sí que te he echado de menos –Me empezó a acariciar el pelo-, ¿sabes qué?
-Dime cariño.
-Me he activado de nuevo el Tuenti. Ahora que te has ido, de alguna manera tendremos que hablar ¿no crees?
-Ya era hora, ahora solo te falta el teléfono.
-También lo tengo jajaja.
-Pues mira, apúntamelo en el mío.
Le entregué mi móvil y lo guardó en contactos:
-Bueno, ¿Y qué novedades tienes tú?
-Pues ya no estoy con Lola, éramos demasiado diferentes, yo quería estar un poco más a la mía y ella estar siempre juntos. Todos los días discutíamos y así no se puede seguir… y bueno, que no tenía nadie que me aconsejará y la dejé.
-Oh, pues ya estoy aquí y si, es lo mejor que has podido hacer, de todas formas, no me gusta compartirte con  nadie, ya lo sabes, ahora eres entero mío jajaja –Le besé la mejilla-.
-Eso desde pequeñitos ¿eh, tonta? Que te recuerdo que juramos estar siempre juntos, y dan igual las chicas que vengan, soy tuyo mejor amiga, y tú mia.
-Eso desde luego. Esta semana se la pasa en casa Sandra, si quieres venirte, en algún sitio podrás dormir.
-¿Segura?
-Claro, si quieres vamos ahora a por tus cosas, las dejamos en mi casa y volvemos aquí ¿Vale?
-Vale, pero esto ha sido idea tuya. ¿Eh?
-Que si tonto, que me dejarán, venga, vamos.
Me levanté y volvimos donde todos los demás, avisé a Sandra que en media hora volvíamos, que no se movieran de allí. Salimos del mini prado en dirección a su casa. Por el camino acabamos en el suelo varias veces, cuanto lo había echado de menos. Llegamos. El barrio más pijo de aquel pueblecito. Llamamos al timbre y subimos a su casa, aún eran las 12 y estaban sus padres despiertos. Saludé a sus padres mientras el hacía la bolsa. Me ofrecieron comida, les negué con una sonrisa, no había hambre. Fui hasta la habitación de Dani por si necesitaba ayuda. Acabamos la bolsa y salimos de su casa. No estaba lejos de la mía asique en poco volveríamos con todos. Mientras íbamos por la calle le abracé, y le empecé a haces cosquillas. Empecé a correr para huir de el y al final me alcanzó, me las devolvió. En pocos minutos llegamos a mi casa, entramos dejamos la mochila y nos marchamos. Volví a correr para huir de el, quería hacerme más cosquillas. Atravesé el camino de tierra y me cogió por la muñeca, me giré, me encontré con su sonrisa y con sus ojos mirándome:
-¿Ahora que enanita?¿Quieres más cosquillas? Jajaja.
-No, malo, ya me has hecho muchas jajaja.
Le besé la mejilla:
-Vale, eso me sirve como perdón jajaja.
-Oh, que guay, buena táctica jajaja.
Nos sentamos en un tronco cortado junto con los demás, el debajo y yo en sus rodillas. Todos iban demasiado fumados y borrachos para pensar cualquier otra cosa. 

1 comentario:

  1. Me encanta cielo.
    tú tienes un mejor amigo así? Porque si es como este cuidalo :)

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Sonrisas:$

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