~Capitulo 23-.
Todo seguía igual. No había nada de diferente,
la vida seguía en aquel lugar. Agarré el móvil y marqué el número de Sandra:
-Cariño.
-Preciosa, ¿Ya estás aquí?
-Sí, estoy en mi casa, acabo de bajar del
coche. ¿Dónde estáis?
-En el parque del cuadrado. Estamos todas.
¿Vamos a por ti o vienes?
-Voy, en un poco llego. ¿Quiénes estáis
exactamente?
-Sonia, Noelia, Silvana y Pili.
-Vale, en un poco llego má. Te quiero.
-Vale, aquí estamos, te tenemos que contar
muchas cosas ¿eh? JAJAJA. Te quiero.
-Unas pocas si jajaja.
Colgué, me despedí de mi padre y de Sara y me fui
dirección el Cuadrado. Caminaba por la calles y gente mayor se paraba a
preguntarme que tal estaba, que ya hacía tiempo que no me veían. Me gustaba que
se preocuparan, pero dolía que me lo recordaran cada dos minutos. Intenté pasar
del tema con una sonrisa en la cara y continué caminando hasta que llegué. Me
abalancé sobre Sandra, y luego les di un fuerte abrazo a todas: Noelia, Sonia,
Silvana y Pili. Que ganas tenía de volver a verlas, eran las mejores amigas que
he tenido nunca, siempre han estado conmigo, y ahora, no estoy con ellas:
-Tía, ¿Te has enterado de lo de Valen? –Dijo Noelia-.
-Sí, es un imbécil.
-¿Imbécil? ¡Que está ingresado capulla!
-¡QUE DICES! ¿Qué ha pasado?
-Pues que se ve que iba camino de su casa, y
un coche se lo comió, casi literalmente.
-Venga, ¿Cómo está?
-Bueno, sigue vivo si es a lo que te refieres
jajaja.
-Ya iré a verle, pero joder, me da asco después
de lo que me ha hecho ¿sabes?
-Está claro pero… no sé, es tú ex, algo hay
¿no? – Dijo Sonia -.
-Odio, poco más.
-Tía, estuvo contigo cuando pasó lo que pasó,
no seas así. Ir a verle un rato nada más. –Replicó Pili-.
-Está bien… a las 7 voy y subiré al convento,
hace mucho que no voy…
-¿Al convento? –Dijo Silvana-.
-Sí, allí está enterrada mi abuela, me gusta
ir a verla de vez en cuando- Mentí-.
Dejamos a un lado todo el tema de Valen y nos
centramos en los cotilleos, cuanta suelta hay por ahí. Miré el reloj y ya eran
las 7:
-Cielos ¿Esta noche salís? Sandra, luego ven a
mi casa a por mí y tráete las cosas para esta semana.
-Vale, esta noche botellón, ¿Vas a beber?
-Soy sana… ¿Recuerdas? Jajaja, yo os controlo
que no os quedéis por los campos ni os pase nada, que sois como sois… jajaja.
-Vale, luego me acompañas a mi casa, que si
no, cantará mucho- Dijo Noelia-.
-Tranquila, va, voy a ver a Valen, luego nos
vemos.
Les di dos besos a todas y me fui al hospital,
hacía tiempo que no recorría aquel camino y me tría muy malos recuerdos. Como
siempre, odio este pueblo por esa razón.
Llegué y nada más ver las puertas, me di
cuenta, no estaba igual el hospital, entré y ese olor a medicamentos y a
productos de limpieza me ponía enferma. Odiaba los hospitales desde pequeña.
Me dirigí hacia recepción. Una chica más bien
gordita y bajita, me atendió, un poco borde, la verdad. Me indicó el ala del hospital
y la habitación. La 203. Caminé decidida hasta ella, pasando y encontrándome gente,
toda ella me miraba raro. Cuando llegué, allí estaba, todo tumbado en la cama y
lleno de vendas por todas partes. Me daba mucha pena verle así. Me acerqué,
estaba dormido. No había nadie en la sala, supongo que estarían en la cafetería.
Me senté en el sillón que había y la señora de al lado me sonrió. Que maja. Me
pregunto cómo estaba y me empezó a contar la historia de su familia. No me
desagradaba que lo hiciera. Me enteré que su padre fue Militar, que se mudó a este
lugar para buscar la tranquilidad y dejarse de guerras, que para eso, ya la
daba ella en casa cuando era pequeña. Al rato de estar allí, se despertó Valen,
me levanté y le miré:
-Hola… - le dediqué una leve sonrisa y apoyé las
manos en las barandillas que a veces ponen en las camas-.
Me miró y se extraño:
- Hola.. ¿Qué haces aquí? Pensaba que me
odiabas…
-Te odio, no lo olvides. Pero tú estuviste
conmigo cuando lo pasé mal, ahora me toca a mí.
-Gracias
Sabrina. ¿Cómo te has enterado de que estoy aquí? ¿Y porqué has venido?
-Las chicas me lo ha contado. Pues hace tiempo
que no veo a la gente de aquí, se echa de menos ¿sabes?
-Ya, me lo imagino. ¿Cómo te va todo? Mejor
que a mi seguro jajaja.
-Bueno, lo de mi madre está más o menos
superado, este hospital me sigue trayendo malos recuerdos, pero está todo bien
por casa y eso.
-Me alegro de que estés bien. Por cierto, ya
no estoy con Elena.
-… ¿Y eso?
-Pues que solo me quería para fastidiarte a
ti, no sentía nada por mi.
-Te lo tienes merecido ¿Sabes..?
-Bueno… de los errores se aprende ¿no crees? Jajaja.
-Sí, jajaja.
Me esperé hasta que llegara su madre, sobre
las 9. Me despedí de ella, ya la conocía y era un cielo de persona, y de Valen.
Salí de aquel hospital y llegué a casa. Entré y aún había algunos muebles, ya
estaba Sara y mi padre sacando los bocadillos, nos sentamos en el suelo, y nos
los comimos. Les comenté que llegaría sobre las 2 de la mañana, si se podía
esperar. Sara decidió que se vendría conmigo y con Sandra a casa, ya que sus
amigas a las 12’30 se iban. Cuando terminamos de recoger y guardarlo todo,
llamo Sandra al timbre.
Me encanta! Lo escribes tu verdad? que chula.
ResponderEliminarCuando puedas sigues con los capitulos :$
Jajaja, claro :)
EliminarMañana espero escribir el 24, ya que me voy 15 días, al menos no dejaros tanto tiempo sin nada^^
Me encanta, necesito más :)
ResponderEliminarHaber si mañana escribo el 24*-*
EliminarLo esperaré ansiosa (:
EliminarMe encanta! Pero quiero el proximo capiitulo! Yo también tengo un blog por si lo quieres leer:
ResponderEliminarmejoratulado13.blogspot.com.es un beso