Momentos para recordar.

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Podemos volar.

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lunes, 9 de julio de 2012

~Capitulo 18-.


~Capitulo 18-.
-¿Parar?¿De qué?¿De quererte? No.
-No, de repetírmelo, sigo jodida ¿vale? Me duele esto más de lo que te crees, por poca importancia que tú le des.
-Losé, pero ya no sé cómo decirte que no he sido yo.
-Se que no has sido tú, pero sigo rayada, dos no hacen si uno no quiere…
-Lo siento… de verdad Sabrina, en poco días te has convertido en todo, ¿Sabes? Pero TODO, no como dice la palabra, su significado entero…
-Da igual, déjalo, no pienso perdonarte todavía, quiero tenerlo bien claro, y que tú también lo tengas claro.
-¿Lo harás? Quiero volver a ser tú Sabrina, a que seas mi Pablo.
-Pablo… eso no volverá a ser, por mucho que pasemos, no volverá a ser lo mismo, no me voy a volver a fiar de ti.
-Solo llevamos unos días, no me conoces tanto como para no fiarte.
-Ya te conozco lo suficiente, y me gustas tal cual eres, pero tan putón no te creía.
-…
-Es así. Lo siento, pero no puedo cambiarte.
-Te quiero.
-Pablo… déjame.
-No quiero dejarte, quiero estar contigo.
-Hasta luego.
-Un beso cariño.
Dejé el móvil encima de la mesa, ¿Por qué me pasaba todo esto a mi? ¿Por qué no puedo ser feliz? Ni que fuera tan difícil encontrar a esa persona que me quiera, tanto como yo, sin hacerme daño. Parece que busco lo imposible. Me acomodé en el sofá y me puse a observar la televisión, mientras seguía en mi mundo, mal mundo. Le cogí el mando a Òscar, empecé a hacer zapping, nada, no hacían nada, me harté de mirar y puse la radio, aparté la mesa y me puse a bailar como una tonta. Òscar me miraba y se reía, le tendí la mano para que bailara conmigo, al principio se negó, pero entre burlas, lo conseguí. Mientras bailábamos al ritmo de ‘’Call me maybe’’ de Carly rae jepsen, apareció Thais por la escalera, se paró a la mitad, y empezó a reírse de nosotros, la invité a bailar y cuando recuperó el aire empezamos a bailar, todo entre risas. Cuando decidimos terminar, sonaba ‘’Guaya’’ de Arcangel y Daddy yankee. Puse la televisión, Bigbang, y me fui a la cocina, decidí hacer macarrones para comer:
-Thais, ¿Puedo invitar a las chicas para que vengan y comemos todos juntos en el jardín? Está la piscina y hoy hace un día de 10. Aparte, así me dejas un bikini.
-¡Genial!, llama también a estos, y que se traigan los bañadores y algunas chuches, que me apetecen. Cuando quieras subes a mi habitación y en el armario, verás un estante lleno de bikinis, coge el que más te guste.
-Ok. Oie Òscar, ¿Tú con qué te vas a bañar? Si quieres les digo a alguno que te traiga un bañador.
-Que va, estos pantalones floreaos son un bañador. Pero gracias igual preciosa – me dio un beso en la mejilla y se alejó hacía el jardín- ahora vengo, que me llaman.
-Jajaja, vale cariño.
Cogí la Blackberry rosa de Thais y empecé a llamar a todos, uno por uno, cuando terminé el agua ya estaba hervida, y decidí meter los macarrones para que se fueran haciendo. En ese momento Thais llamó a Sebastián, osea, que venía… Mientras yo me acordaba de toda su familia, apareció Òscar con el teléfono en espera y una llamada en espera:
-Chicas ¿Se puede venir mi primo con nosotros? Se mudó hace meses y ha dejado a la novia, y no le apetece ver a sus amigos, bueno Thais, tú ya lo conoces.
-Sí, muy majo, y no veas cómo me rinde en la cama, pff – en ese momento soltó una risilla muy graciosa – tráelo por lo que más quieras.
-¿Qué os pasó?
-Pues que Òscar nos presentó en una fiesta que hizo en su casa, hubo chispa, o algo así desde el primer momento, total, cuando la fiesta estaba en su climax, me llevó a la habitación y lo demás ya te lo imaginas jajaja.
-¿Tan bueno está?
-¡DIOS! ese niño es un dios, está BUENISIMO, y es el doble de guapo que Pablo, más majo, más nosé, increíble. Tienes que verlo para creer que existe algo así.
-Que exagerada jajaja.
-Ala, que no tía, que es verdad, cuando venga lo verás TSS.
-Vale, Òscar, que venga, que una amiga lo quiere conocer jajaja.
-Venga, ara se lo digo, que seguro que le hace ilusión conocer a tal pivón – y me sacó la lengua-.
Se alejó con el móvil en la mano de nuevo. ¿Cómo sería? Tan perfecto no puede ser, Thais exagera fijo. Mientras me imaginaba como era, interrumpió mi sueño:
-Por cierto, que Sebastián no viene… prefiere quedarse en casa, que esto es una gilipollez dice.
-Pues déjalo, es imbécil, como ya te he dicho repetidas veces.
-No es imbécil, solo que no quiere venir y punto.
-Lo que tú digas cariño, me sigue pareciendo asqueroso.
Volví a mis pensamientos, no podía dejar de imaginarme a chicos de estos que salen en las revistas con ropa interior. Me acordé de los macarrones y toda imagen se disipó. Colé los macarrones y los coloqué en una fuente, al horno iban. Cerré el horno, lo puse a su temperatura, y en un rato los sacaría. Mientras llamaron las chicas, les abrí y les saludé a todas, Thais les dijo que pusieran la mesa, dejaron las cosas en el jardín y yo me subí a la habitación de thais, abrí el armario y en el estante que me dijo, ví setecientos de bikinis, de todos los colores y clases. Elegí uno de parte baja negra y la alta con flores. Me puse un vestido blanco corto que tenía y me recogí el pelo en una coleta alta. Volví a bajar y saqué los macarrones del horno y los dejé en la encimera para que se enfriaran. Salí al jardín a jugar con las chicas. Tras un rato de cotilleos, risas, confesiones, gritos y salpicaduras, llegaron los chicos. Cuando ya estaba en el jardín, Javi se levantó y Andrea rápidamente se subió a su espalda y lo tiró al agua con ella detrás, después de intentar cogerla y hundirla, salió con la camiseta mojada, se la tuvo que quitar y Maica y Andrea se quedaron mirando embobadas. Llamaron al timbre, fui a abrir, caminé por aquel pasillo descalza, ya no llevaba el vestido, estaba todo salpicado, como todas, solo llevaba el bikini. Abrí la puerta y allí estaba el.


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