~Capitulo12-.

~capitulo 12-.

Me desperté a la hora de comer, mire el techo tumbada en la cama durante un buen rato y decidí irme a correr. Me levanté y me puse el chándal, las zapatillas, me até el pelo en una coleta alta y bajé a comer:

-Wow, macarrones, ya hacía que no comía -comenté-.

-Si, se que te encantan – comentó mi padre-.

-Si jajaj. ¿Cómo estás Sara?

-Mejor, me duele aún bastante pero es aguantable – me dijo un poco triste -.

-Normal, te hiciste una buena fractura.

-Jajaja a la próxima no cojo el móvil.

-Jajaja pues claro, por cierto ¿quién era?

-Pues… como sabes, me quedó matemáticas, y papa me ha metido en el instituto público, y en septiembre me dejan recuperarla para no tenerla en 2do, como tengo que recuperarla, papa me ha apuntado a una academia y me lo explican allí y todo. Bueno el caso es que conocí a una chica allí Alicia y me llamó para ver si iba.

-¡Anda! Eso no lo sabía yo.

-¡Normal! Nunca estás en casa jajaja.

-Jajaja es verdad, hoy te llevo yo a la academia.

-Vale, es a las 5.

Acabé de comer y puse los platos a lavar:

-Papa, Sara, me voy a correr un rato, después vengo y te llevo.

-Vale, - contestó mi padre- si te tienes que duchar y todo, intenta venir a las 4.

-Claro.

Les di dos besos a cada uno y cogí mi Ipod. Abrí la puerta, cerré con la llave que me la enganche al sujetador y salí corriendo cuando me encontré con Andrea:

-¡Andrea!

-¡Sabrina!

Corrí hacia ella y le di dos besos y un abrazo:

-¿Qué tal cariño?

-Genial, me iba a correr ¿te vienes?

-Venga ¿me acompañas primero a por chuches?

-Jajaja vale.

Empezamos a correr y a hablar, y sin darnos cuenta llegamos a una papelería muy modesta. Olía a vainilla por todos los lugares, miles de colores y sabores por todos los estantes. De repente de una cortina salió una mujer mayor, era pequeñita, con el pelo muy blanco y unos ojos claros pequeños, estaba bastante deteriorada pero sonreía como si fuera la primera vez. La verdad, me daban ganas de abrazarla. Andrea empezó a pedir y aunque la señora iba muy lenta, lo hacía con ganas. Salimos de aquella tienda y yo me quedé con el nombre ‘’ Papelería Rosita’’, mi abuela se llamaba Rosa, Rosita para los amigos.

Empezamos a correr y mientras Andrea engullía, me iba enseñando aquella parte del pueblo. Me gustaba aquel lugar, era agradable que 7 chicas te hicieran sentir como en casa. Acabó de comer y empezamos a hablar de todo un poco, mi vida, la suya, las chicas, aquel lugar. Miré mi reloj y vi que eran las 15’45 . Me acompañó a casa y nos despedimos, me recordó que habíamos quedado aquella tarde.

Entré en casa y le comenté el paseo a mi padre y a Sara. Subí y me duche, que bien sienta una ducha fría después de sudar tanto. Me cambié y me sequé el palo, hoy mejor lo llevaba suelto. Bajé y ayudé a Sara a salir por la puerta. Aún no manejaba bien las muletas. Cogí el bolso y cerré la puerta con llave:

-Vamos a ir caminando ¿está muy lejos?

-Que va, una manzana más abajo.

-Ok. Bueno ¿Qué tal vas allí?

-Bueno, entiendo bastante más las matemáticas. Supongo que aprobaré.

-Seguro que si, eres muy lista, las puedes aprobar con buena nota.

-Jajaja eso espero teta.

-Jajaja ¿teta? Ya hacía que no me llamabas así.

-Jajaja, venazos míos, ya sabes.

-Ais que hermana más tonta tengo jajaja.

-¡Eso tú tss!

-Jajaja, que va yo no me pico.

-¿Si no? Jajaja.

-Claro, jajaja.

Entre risas y recuerdos llegamos a aquel lugar. Un edificio de cristal y algunos tozos blancos, se veían desde la calle casi todas las clases. Daba buena sensación aquel lugar. Cuando íbamos a entrar apareció una niña. De pelo oscuro y muchas pecas por la cara, bajita y muy inquieta:

-¡Hola Sara!¿Como estás? -¡Que rápido hablabla!-.

-Muy bien ¿y tú Alicia?

-¡Genial! Ven vamos a sentarnos – le ayudó a pasar a la clase-.

-Nos vemos a la noche Sara – le comenté antes de que entrara-.

-Ok ¿vienes tú?

-¿A que hora?

-A las 9 termino.

-Aquí estaré.

Me fui hacía la entrada mientras Sara y Alicia entraban en la clase. Salí a la perta y empezó a soplar el viento, se estaba a gusto con aquel fresquito debajo de aquel sol de primavera. Caminé hasta casa y saqué el móvil, busqué a Thais y vi que estaba conectada:

-Thais (L)

-Sabrina (L) Vamos ahora a por ti.

-Vale, pensaba que ya habíais venido y como he acompañado a Sara a repaso por saber donde estabais jajaja.

-¡Nonono! Ya estamos allí, por cierto ¿has invitado a Pablo?$:

-Jajaja ¡Queva! Me enfadé anoche con el.

Llegué a casa y me senté en la hierba a esperarlas:

-¿Y eso? que tonta jajaja.

-Jajaja un poco.

-Me tienes que contar porque ¿eh? Jajaja.

-Pues porque soy anti-taurina y el dice que los toros están para matarlos, me piqué y eso jajaja.

-Jajaja ¡Que mujer!

-Jajaja:$ ya le pediré perdón cuando lo vea.

-Jajaja, ojalá te perdone, hacéis muy buena pareja:$

-Jajaja que tonta(L)